Los vasos de piedra con uso cosmético o ritual son conocidos en Egipto desde el periodo pre-dinástico. A medida que avanzan los periodos históricos, las formas se diversifican, aunque mantienen su patrón estético de lograr formas puras y superficies exteriores muy pulidas, resaltando la belleza del material. La técnica de realización sigue siendo la abrasión. La cultura egipcia fue pródiga en el uso de cosméticos y perfumes, elaborados a partir de sustancias naturales que posteriormente se usaban para realzar la belleza tanto de hombres como mujeres, envasados en gran variedad de frascos. Igualmente el complejo ritual religioso o mortuorio requería de vasijas con formas diferentes para la libación con aceites o agua, según su uso.